Quería contar, los juegos, o
elementos que me enseñaron a realizar, para motivar los sentidos.
Hace bastante tiempo atrás (37
años), no se conseguían juguetes didáctico para favorecer la estimulación; la terapeuta
me enseñó como realizarlos, y además, accesibles económicamente, por eso me
parece importante tenerlos en cuenta.
Lo
importante fue estimular todos los sentidos.
Me iba a una carpintera
cercana, y pedía los trocitos de madera que caían al piso, cuando cortaban a
medida. Así, con ellos, los lijaba un poquito y luego los forraba con distintas
texturas, desde las mas suaves (papeles plastificados) hasta variedad de lijas,
desde la mas fina a la mas gruesa.
Les aseguro que cuando había
reconocido los colores de las maderitas, las que eran lijas más gruesas, no las
agarraba. Era un buen ejercicio de coordinación visual y táctil.
No necesariamente, deben ser
trozos de madera, puede ser cartón grueso, o con varios dobleces, al forrarlos
quedan uniformes, algún bloquecito plástico, creo que hoy en día, hay mas
posibilidades. Además está bueno que también sean elementos de distinto peso,
así, surge otro elemento de coordinación.
Al mostrárselos, y hacer que
los toque, para que los palpe y visualice, le contaba, de que eran, que color,
si era suave o áspero. Así, él, con la
periodicidad de la actividad, iba recordando, cuales le gustaba tocar, mirar, y
cuáles, les provocaban rechazo, por su textura.
Quiero recordar, que todo fue con tiempo, nada fue mágico, lo
voy a repetir bastante seguido, porque, la paciencia de los papis, tiene que
ser fundamental.
Todo llevó mucho tiempo, todo
fue en pequeñas dosis de resultados, pero, cuando pasa el tiempo, y se ve lo
que uno ayudó a alimentar esas raíces, para que
pudiera ser una persona lo mas independiente posible, la felicidad, se multiplica y uno se vuelve
a veces, hasta ambicioso, quiere mas resultados. (Estoy confesando esta
realidad).
Siguiendo con el tema
estimulación de los sentidos; vamos a los sonidos. Esto, es un poco más sencillo, porque con
ruidos producidos con distintos elementos, se puede estimular.
Hacer escuchar mucha música, de distintos
tipos, y variando el volumen, son fuentes de mucha riqueza, porque, se puede
acompañar con cantarle, bailar, aunque esté en el cochecito, o en el piso,
sentado, o en su cuna; tomándolo de las manos, y llevar ritmo, se hace
placentero el momento.
Como me gustaba, esto de
hacerle los juguetes, les cuento que con los tubitos de los rollos de fotos,
les colocaba adentro granos de arroz, canicas, cascabeles, arena, etc; además de forrarlas con contact de distintos colores. (los vecinos del
edificio, donde vivíamos, me juntaban los mismos, para poder hacer variedad de
sonidos.)
Actuaban como sonajeros, pero
variaban los sonidos, colores y peso. Todo era bueno para estimular.
Para ejercitar el sentido del
olfato, aprovechaba los momentos de la
comida, del baño, perfumes, y le contaba de donde provenían esos olores. Los
gestos de aprobación y rechazo aparecían enseguida.
Con el gusto, también, por
supuesto la comida era la base para estimular los gustos, pero para diferenciar algunos, exageraba un
poquito la sal (lo escupía); o el azúcar (ese le gustaba), el limón (carita
arrugada), bueno, así, cada día una prueba nueva y se repetían, contándole que
era lo que estaba probando
Cada actividad iba con un
relato, tipo cuento, donde el principal protagonista era él.
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